Preguntas frecuentes

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Cuando utilizamos Hisopos, empujamos el cerumen hacia dentro del oído provocando tapones. Además también podemos ocasionar irritaciones o infecciones del conducto auditivo. La forma más adecuada y correcta de limpiar nuestros oídos es hacerlo con agua durante la higiene diaria y luego secar con una toalla.

La cera se produce por la secreción de las glándulas sebáceas y sudoríparas del oído y actúa como mecanismo de defensa. Además, también lubrica el canal auditivo y transporta fuera del oído el polvo, la suciedad y las células muertas de dentro de él.

Si tienes sensación de oído tapado inclina la cabeza hacia un lado y muévela hacia arriba y abajo e intenta desplazar la cabeza hacia los lados. Así saldrá el agua retenida.

Los/las otorrinolaringólogos/as recomiendan el uso de gotas con distintas composiciones. La mayoría de ellas contienen alcohol y cuando este se evapora absorbe el agua ayudando al oído a secarse. Las gotas tienen efecto antifúngico y antibacteriano.

Pero si tu oído está perforado o tienes antecedentes de alguna cirugía de oído, deberás de consultar primero al especialista para saber si el uso de gotas es seguro.

Deben ser extraídos por personal sanitario para evitar que tengas complicaciones. Puede ser que la aplicación de unas gotas sea suficiente para su disolución. Pero otras veces es necesario realizar un sencillo procedimiento mediante una jeringa otológica con agua templada. Este proceso consiste en introducir la cánula por el pabellón auricular e inyectar el agua con energía para sacar el tapón.

Es importante que recuerdes que no debes intentar quitar el tapón con algodón o hisopos ya que podrías lesionar el tímpano o provocar una infección en el conducto auditivo.

El mal uso de reproductores portátiles de música está demostrado que provoca que las generaciones más jóvenes tengan problemas auditivos a edades muy tempranas. Esto es a causa de que escuchan música a un volumen demasiado alto y muy cerca del oído. En la actualidad muchos de estos dispositivos incorporan una limitación de sonidos para evitar estos problemas.

Si te expones prolongadamente a ruidos de fuerte intensidad, esto puede ocasionar daños permanentes en el oído. Y una vez producidos los daños, no existe tratamiento médico ni quirúrgico, por lo tanto la prevención es muy importante.

Existen protectores auditivos adecuados en función de las profesiones o necesidades. Además, hoy en día, también existen protectores especiales para músicos, motoristas y personas que trabajan en lugares muy ruidosos (industria textil, pilotos de aviación, etc.), que aportan protección al oído sin que el/la usuario/a quede incomunicado/a.

Si tenemos en cuenta dos factores podemos conseguir un nivel de ruido seguro en el trabajo:

  • El volumen del ruido y el tiempo que se está expuesto al ruido.
  • El volumen máximo de ruido que permiten las normas de la mayoría de los países Europeos es, por lo general, inferior a 85 dB durante una jornada laboral de ocho horas.

Es recomendable dormir sobre el otro lado durante el periodo de cicatrización. Después de este tiempo, esto no debe suponer ningún problema. Lo único que se debe hacer es extraer el procesador.

Casi todas las pérdidas de audición son a causa de la evolución natural del sistema auditivo. En menor grado, pueden ser provocadas por una exposición prolongada a ruidos de fuerte intensidad, efectos secundarios de algunos medicamentos, traumatismos craneales  y ciertas enfermedades que pueden perjudicar al sistema auditivo.

Que tu oído envejezca es irremediable. Pero si evitas exponerte a niveles sonoros elevados o haces uso de protectores para el oído, puedes conservar por más tiempo una buena audición. Existen soluciones eficaces y discretas para compensar la mayoría de las pérdidas de audición debidas al envejecimiento del sistema auditivo. Por ejemplo los audífonos, con los que se obtienen resultados muy sorprendentes.

Este es uno de los síntomas frecuentes entre las personas que necesitan ayudas auditivas. La posible causa podría encontrarse a nivel neurosensorial, lo cual impide un correcto funcionamiento del oído.

Por supuesto, influyen también factores como la edad, ciertos medicamentos, causas genéticas y la contaminación acústica. Todo esto conlleva a una falta de capacidad para entender la conversación.

Los acúfenos o tinnitus no tienen curación posible y pueden afectar a la mitad de personas con pérdida auditiva. Además, este problema puede ocasionar graves consecuencias a la persona que los padece y por eso existe una terapia de habituación cuyo objetivo es llegar a convivir en armonía con nuestro propio tinnitus. La terapia combina el asesoramiento profesional con la utilización de un instrumento auditivo de alta tecnología.

La otitis es una inflación, que suele estar provocada por una infección de la garganta. La causa más importante de la otitis media es el mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio, conducto que comunica el oído medio con la rinofaringe. Otras posibles causas pueden ser la infección de la vía respiratoria alta, los problemas alérgicos y los trastornos de la función ciliar del epitelio respiratorio de la vía respiratoria alta.

Los síntomas agudos de la otitis son dolor de oído, fiebre, tinnitus e irritabilidad. Con menos frecuencia se puede presentar supuración, vértigo y más raramente parálisis facial. En la otitis media crónica con efusión, la pérdida de audición puede ser el único síntoma.

La toma de antibiótico durante 10 o 14 días es el  tratamiento habitual para la otitis media aguda, teniendo como referencia los gérmenes que habitualmente son los responsables de dichos procesos. Normalmente, con este tratamiento antibiótico la sintomatología mejora en 48 horas. Sin embargo, si existe efusión en el oído medio ésta puede persistir durante varias semanas. Este tratamiento en ocasiones se acompaña con descongestionantes nasales y mucolíticos.

La función del/de la audioprotesista es evaluar el grado de pérdida auditiva, recomendar el instrumento auditivo más adecuado y responsabilizarse de su correcta adaptación.

Al determinar el grado de pérdida auditiva, el/la audioprotesista informa al/a la paciente de las alternativas que tiene a su alcance y le da conocer distintas soluciones auditivas según el estilo de vida y tipo de pérdida que tenga. Una vez escogida y colocada la ayuda auditiva adecuada, el/la audioprotesista la ajusta para adaptarla a las necesidades individuales de cada paciente.

El/la audioprotesista también propone revisiones periódicas para verificar el buen funcionamiento de la ayuda auditiva y comprobar la evolución de la audición.

Mucha gente piensa que utilizar audífonos puede dañar el oído al escuchar más fuerte, pero no es así, ya que lo audífonos están regulados al nivel de sensibilidad de cada persona.

Hay que acostumbrarse a los audífonos y no es una tarea fácil. Además todavía es más difícil cuando la persona ha convivido mucho tiempo con su pérdida auditiva. Sin embargo, con un poco de paciencia y siguiendo los consejos del audioprotesista, la mayoría de usuarios/as consiguen resultados plenamente satisfactorios y mejoran notablemente su calidad de vida.

Hay una gran confusión respecto a este tema. La mayoría de gente cree que lo normal es utilizar un audífono, cuando en realidad es justamente lo contrario. Al igual que un problema visual suele afectar a los dos ojos, la mayoría de pérdidas auditivas afectan a ambos oídos, por lo que es lógico que el audioprotesista realice la adaptación de dos audífonos, es decir, una adaptación estereofónica o binaural. Este sistema conlleva múltiples ventajas: una audición mucho más natural, un campo auditivo más amplio, localización de la procedencia de la fuente sonora, sensación de relieve auditivo y una mejor comprensión de las palabras.

A veces, pensar que sólo necesitas un audífono para conseguir resolver tu problema auditivo es un error. Y es que los audífonos presentan una desventaja: el ruido ambiental entre el micrófono y la palabra de quien ha de ser escuchado. Este ruido de fondo crea una relación señal-ruido la cual es adversa y reduce la capacidad de inteligibilidad de la persona con hipoacusia.

Hay otros factores adversos, como la distancia y la reverberación o eco, que sumado a otras condiciones acústicas del cuarto o área donde se encuentra, pueden reducir significativamente la capacidad para comprender un mensaje hablado.

Teniendo en cuenta estos problemas existen soluciones específicas para mejorar la audición en cada momento. Los dispositivos de ayuda auditiva son diversos tipos de instrumentos auditivos que contienen normalmente un micrófono remoto para mejorar la relación señal ruido.

Entre ellos destacan los sistemas de comunicación inalámbrica o FM, amplificadores personales, amplificadores telefónicos, de televisión, para el timbre de la puerta, etc. Todos estos sistemas permiten una conexión directa entre el emisor y el receptor, evitando interferencias indeseadas, permitiendo la libre movilidad de quien habla (interlocutor/a) y quien escucha (usuario/a) y, sobre todo, aumentando la inteligibilidad de la señal. Estos productos destacan por ser cómodos de usar, fáciles de instalar y muy flexibles.

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